Quédate quieto y conoced que Yo soy Dios

Marzo 26, 2020

Queridos hermanos,

Les escribo en este momento en que, seguramente, usted tiene tiempo para leer un poco más, orar más, meditar, hacer más ejercicio, estudiar más la Palabra Dios y dedicar más tiempo a la familia. Esto es lo bueno que puedo ver en medio de ésta crisis.

Sé también que algunos de ustedes no han podido aislarse, por el hecho que su trabajo es esencial para que todos podamos estar bien en este tiempo. Me refiero a los trabajadores de la salud y de la industria de alimentos y otras labores que no pueden dejar de hacerse.

Ninguno de nosotros estaba preparado para ésta crisis, ni siquiera las entidades gubernamentales, pero al Señor no lo ha tomado por sorpresa, Él sigue estando en control del tiempo, de los gobiernos, de las crisis y de todo aquello que afecta al mundo y especialmente al pueblo de Dios.

En su Palabra, Dios nos ofrece la forma en que podemos enfrentar esta pandemia. Cuando el rey Josafat estaba enfrentado una crisis de guerra en contra de los ejércitos de Moab y Amón, reunió a todo el pueblo, vino a la casa de Jehová y ayunó y oró en Su presencia.

La respuesta a su oración vino a través de el levita Jahaziel quien dijo: “Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú rey Josafat. Jehová dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra sino de Dios… No habrá para que peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová”. 2 Crónicas 20:15-17

Me pregunto: ¿Que podemos hacer nosotros en ésta crisis? Seguramente la respuesta es hacer lo mismo que el rey Josafat hizo juntamente con todo el pueblo de Judá. Venir al Señor en ayuno y oración y quedarnos quietos.

Si esta crisis del COVID-19 también es la batalla del Señor, es mejor que estemos quietos en nuestros hogares, esta también es la recomendación de las autoridades, y al hacer esto no solamente veremos como el Señor obra sino también estaremos colaborando para que este virus no siga extendiéndose.

Confiemos en el Señor que esta crisis muy pronto pasará y quiera Él, que nuestras vidas nunca más vuelvan a la normalidad, porque lo que hemos estado viviendo en esta crisis, es un mensaje para modificar todos nuestros hábitos para bien.

Esta vez no podemos reunirnos en las casas de oración del Señor, por un tiempo, ¿Que hubiese pasado si nos habría arrebato la Biblia? Pero todavía tenemos Su Palabra escrita y podemos estudiarla en nuestros hogares en completa libertad ó estar conectados por las plataformas digitales para reunirnos como familia de Dios en adoración.

Todo esto nos ayuda a entender que, con la presencia del Señor y en medio de una crisis, nuestro hogar sigue siendo el lugar más seguro del mundo, un pedacito de cielo aquí en la tierra. Aprovechemos las oportunidades que Dios nos da para estar en comunión con Él y preparándonos para Su pronto retorno.

Sinceramente,

Evelio Miranda
Coordinador de los Ministerios Hispanos